Universidad ¿Guardería de jóvenes?
El padre de siete anos
metiólo á leer,
Diólo á maestros
ornados de seso é de saber,
Los mayores que pudo
en Grecia escoger,
Que lo sopiesen en las
siete artes emponer,
Aprendia de las siete
artes cada dia lición,
De todas cada dia
facia disputación.
Alejandro el Grande,
antiguo poema español anónimo.
Las universidades han demostrado ser un buen invento,
eficaz y productivo para replicar los individuos que requiere la comunidad, con
una preparación y una ideología que les permitan incorporarse a las tareas
necesarias socialmente. De alguna o muchas maneras idealizada, la Universidad
cumple una labor indispensable a través de mecanismos probados históricamente
para dotar a una persona de una formación sectorial en un campo determinado del
conocimiento. Sin embargo los extraordinarios avances en materia de
comunicación, el desarrollo de las llamadas redes sociales y la disponibilidad
del conocimiento sin más limitaciones que saberlo buscar, habrán de poner en
crisis en un corto tiempo la preparación formalizada que brindan las
universidades. Sus curricula largos y obsoletos en muchos casos, garantizan
entretener a los jóvenes durante los años más preciosos de su vida, que se
entregan en términos generales, con aplicación, a cumplir las necesarias
horas-nalga para obtener un documento que diga que están capacitados para
extender recibos de honorarios a cambio de repetir lo que escucharon en clase,
o leyeron en apuntes prestados, mientras envidian a los ni-nis que se la pasan,
piensan, mas epicúreamente.
No se piense, desde luego, que descalifico de un
plumazo lo que la Universidad ha hecho por el mundo moderno, estaría escupiendo
para arriba, yo que me he pasado más de tres cuartas partes de mi vida, primero
como alumno luego como maestro, incurriendo seguramente en la admonición de
Confucio: “El que sabe calla, el que no sabe, enseña”, y seguramente no cabría
formularse una pregunta contrafáctica: ¿Cómo sería el mundo moderno si los
sacerdotes no hubiesen inventado la universidad? ¿O si los comerciantes no
hubiesen decidido aprovecharla para mejorar sus negocios y sus ingresos?.
La universidad es antigua y longeva. Las primeras
asociaciones que pudieran llamarse universidades, en el sentido de enseñar un
cuerpo de conocimientos sistematizado, seguramente se dieron en la antigua
China, pero solo conservamos la tradición, lo que es bastante pero insuficiente
para afirmar que la Universidad surge allá. Un fuerte argumento para desechar
la hipótesis de que en aquel vastísimo país se hubiera inventado la
Universidad, es el hecho incontrovertible de que de ser así, hubieran inundado
el mundo de miles de millones de universidades desechables que se expenderían
en los tianguis y comercios de todo el globo a precios accesibles. Aunque
siguiendo la línea escolástica en contra pudiera decirse que los chinos de
antes no eran tan buenos comerciantes como los de ahora. Entre parentésis
amable lector búsquese una novelita de Alessandro Barico llamada “Seda” que
puede bajar en formato pdf del internet, bellísima historia de amor frustrado
(¿habrá de otros?) que se da en el marco del comercio de seda entre Europa y el
Oriente.
Las universidades con el concepto más o menos moderno
de universidad surgen en el Islam con el nombre de Madraza. Se considera que la Madraza de Qarawiyyin
(Yāmi'at al-Qarawiyyīn), enclavada en la mezquita del mismo nombre en la ciudad
de Fez es la antigua, fundada en 859. Allí el visir Nizam al-Mulk fundó la
primera academia superior conocida como Nizamiyya en su honor. Luego Al-Mulk,
que fuera después asesinado por los nizaríes, creó un sistema de madrazas
públicas en varias poblaciones. Durante la era del Califato Fatimí, las
dinastías mamelucas y sus sucesores en el oriente medio medieval, demostrando
que no lo eran tanto, fundaron muy seriamente varias madrazas a través de una figura
jurídica de donación benéfica conocida como “waqf” muy similar a lo que en el
mundo jurídico romano se conoce como fundación.
Las universidades occidentales surgieron con una doble
motivación, por una parte amparadas por el Cristianismo Romano, para transmitir
de manera formalizada el conocimiento comprendido en el trivium y el
quadrivium: GRAMM. loquitur, DIA. verba docet, RHET. verba colorat; MUS. canit, AR.
numerat, GEO. ponderat, AST. colit astra, traducido al Castilla: El Trivio
comprendía la gramática, la dialéctica y la retórica; y el Cuadrivio, abrazaba
la aritmética , la geometría, la astronomía y la música. El conjunto se
conocía como “artes liberales” y se entendía que abarcaba todo el saber de su
tiempo. La otra motivación era las necesidades de los comerciantes para conocer
los fundamentos del derecho y la celebración de contratos para fortalecer su
lucrativa ocupación. La tradición pone en disputa varias ciudades y varias instituciones
por el envidiable honor de ser la cuna y ser la universidad más antigua. Honor
que se termina reduciendo a París y Bolonia. Parece sin embargo que la disputa
se zanja de manera salomónica, una empezó primero a impartir sus cursos, la
otra obtuvo primero la bula pontificia.
En América existe una disputa similar entre México y
el Perú, que aunque nos rechinen la muelas la más antigua y no solo eso, la que
sin interrupción ha venido funcionando desde su fundación el 12 de mayo de
1551, es la Universidad Mayor San Marcos, de Lima. La Universidad de México fue
fundada en 1554 y funcionó ininterrumpidamente hasta que Don Benito Juárez, en
uno de sus característicos actos de autoridad determinó su cierre. La apertura
de la Universidad de México en 1909 dio origen a la actual Universidad Autónoma
de México, pero en rigor la continuadora de la universidad originaria de México
es la Universidad Pontificia de México restablecida por el Papa Juan Pablo II
el 29 de junio de 1982.
El tiempo y el espacio se agotan y como de costumbre
estás mas hilvanadas líneas están por agotarse. Como dicen que dicen los
abogados, dejando a salvo el buen nombre y buena fama de que goza la
Universidad, requiere un “aggiornamiento” y un replanteamiento de su ser y
quehacer, ante los retos que el siglo XXI ya le está planteando. Formar seres
humanos integrales y no sólo engranes para un sistema decadente.
correo-e: bullidero@outlook.com
No estoy seguro de que el concepto universitario haya dejado de funcionar, mas bien su aplicacion y aplicadores son los que habran de ser evaluados y sobre todo capacitados, esto para dotarles de ese "talento" de la enseñanza, creo en lo personal que el conocimiento no ha cambiado a gran escala en la mayor parte de sus rubros (Derecho es un ejemplo claro, aunque vienen fuertes cambios para aquel que se dedique al litigio), creo que otra de las cosas es que lo teorico debe complementarse de manera controlada la practica con la teoria, indudablemente es la mejor forma de lograr un conocimiento adecuado de cualquier tema.
ResponderEliminarSaludos gran publicación.