YA NOMÁS FALTAN 2090 DÍAS



(Dos universidades “gansito” en Aguascalientes. En un mes mas abrirán sus puertas dos universidades populares, sin examen de admisión, con becas, sin mucha planeación pero con la mejor intención de que sirvan de detonante de sus comunidades. Por si no lo recuerdan fue parte de la política de Echeverría pero entonces con mayor soporte. ¿Y si en lugar de gastar en la universidad nomás les damos su beca y que estudien dónde quieran como con las guarderías? ¿Y si mejor nomás les damos su título y su beca para que si quieren se preparen? )

A gritos y sombrerazos, pa’traseando, con declaraciones epatantes, medidas titubeantes, enmiendos y remiendos, se cumplieron 100 días del proyecto de presidencia imperial (¿quién lo iba a decir hace seis meses?) del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que ya es todo aquello contra lo que decía luchar (por citar a José Emilio Pacheco), con gasolinazos que no son gasolinazos sino ajustes, desaparecidos que no son desaparecidos sino no encontrados, muertos que no son muertos sino ejecutados sin juicio previo por la Marina y por el Ejército y proximamente por la Guarida Nacional, (ya veremos si no), falta de inversión que sólo es espacio de reflexión de los inversionistas, y descalificación de organismos internacionales que son seguidores de fifís.
La celebración, sin embargo, fue de polendas. En el patio mariano de Palacio Nacional, con algo así como quinientos selectos invitados, el Presidente hizo el recuento de 100 días al frente del gobierno destacó que se han cumplido 68 de los 100 compromisos anunciados cuando tomo posesión. Una conclusión apresurada y falsa sería que dentro de 47 días cumpliría su compromiso número 100 y ya se podría ir a su casa, pero la realidad es que, aún le faltan 2090 días, en el supuesto de que efectivamente concluyera su mandato de seis años y no sucumbiera a la tentación de tomar su anunciado refrendo como cuenta nueva de un sexenio.
Las acciones que mas ponderó son, a mi parecer, las que tendrían que ser analizadas con mayor cuidado, porque ciertamente una acción de gobierno tiene repercusiones e incidencias complejas, que difícilmente pueden vislumbrarse en un horizonte tan corto como los 100 días de su “informito”.
Como dicen los gringos, la “big picture” presenta aspectos preocupantes. Fortalecimiento de la figura presidencial, con todo y la parafernalia de las mejores épocas del presidencialismo príista; control total del Congreso, ambas cámaras, y aprovechamiento de su mayoría para la aprobación de reformas constitucionales contrarias a los derechos fundamentales y a un sistema republicano democrático, representativo y federal; debilitamiento a partir de francotiradores de la pluma y de la política, del Poder Judicial de la Federación, particularmente de la Suprema Corte de Justicia y el inicio de medidas para su control; cuestionamiento de los órganos constitucionales autónomos, que mal que bien son contrapeso y control para el ejecutivo, socavándolos con argumentos ad hominem y campañas de desprestigio que propician el linchamiento de funcionarios; propiciamiento de una central obrera en manos de un minero que nunca trabajó en una mina y que rescató del ostracismo para enfrentarlo a empresarios fifís; golpes bajos a la banca que en un sólo día le causó pérdidas millonarias que repercutieron en la economía del país, provocando la desconfianza y reacciones no previstas, (¿qué tanto pudo tener que ver el desabasto de combustible con la flotilla de “pipas” de uno de los principales banqueros del país?); la impensada “guerra” al “guachicoleo” desatando una ola de sangre de alcances imprevisibles, una crisis de desabasto, y reacciones negativas, que puso de manifiesto la falta de inteligencia policial, militar y política; recrudecimiento de las acciones criminales de los grupos militares y policíacos, asesinando sin posibilidad de violaciones al debido proceso, porque los muertos no promueven procesos, que prefiguran lo que será el comportamiento del ejército en los cinco años del cheque en blanco que le extendió el Congreso, ahora con la Guarida Nacional, que, no sólo tendrá la acción militar con máscara policíaca, sino también asumirá funciones del ministerio público: investigación y persecución de los delitos; y por si fuera esto poco, tenemos la creación de programas sociales de absoluta injusticia (limosna por justicia) que, sin ambages muestran las medidas clientelares de un gobierno populista como no lo había habido desde los tiempos del innombrable pero si imitable Carlos Salinas de Gortari; y unos cuantos etcéteras mas.
En este mismo espacio, hace unos meses, antes de la elección presidencial, me hice cargo de que el triunfo de López Obrador era inevitable y de que, además, ofrecía un programa democrático, participativo, republicano, con el anuncio de un gobierno transparente en un estado de derecho. Entre otras cosas prometió “ni cuates ni cuotas”, respeto a los derechos humanos, no gasolinazos, el ejército a sus cuarteles, elecciones y procesos electorales democráticos, respeto a los otros poderes y a las instituciones. Yo le creí, como creí que le habían creído los millones de mexicanos que votaron por él. Me equivoqué, pero los mexicanos, en su mayoría siguen creyendo en él, como creyeron en su momento en el sistema que ahora, con una nueva apariencia reproduce los peores vicios del gobierno de un partido que gobernó durante mas de la mitad del siglo pasado. ¿Cuántos años pretenderá perpetuarse Morena o los Morenos?.

(...en esta bendita tierra de holgazanes y burros, nada hay más propicio para estas dos virtudes cívicas que la empleomanía...no se le exige conocimiento, laboriosidad, talento, cultura ¡nada de eso! Con una buena agarradera está hecho...Sinforiano Lacustre, cuidador de becerros, vago de oficio y filarmónico fracasado, llegó a la categoría de Jefe de Oficina. Y ahí lo tienen ustedes que da miedo verlo...- Señor, yo tengo 22 años en esta oficina y mis conocimientos...- Aquí no valen conocimientos. Aquí hay que ser hombres. - Señor, yo...- Usté, ya me he fijado que ni pistola trái. - Como nos deben cuatro decenas, pues no puede uno...- ¡Aunque le deban un año! Empleao federal y no trái pistola...¡usté es fifí!. - No, señor, lo que pasa es que soy pobre...- ¿Pobre y con corbata? A mi no me tantea. ¡Cesao!
De “El nuevo jefe” en “La vida en Broma” de Pepe Nava <José F. Elizondo>. )

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