Apostillas a la recaptura del Sr. Joaquín Archivaldo Guzmán Loera...
“...(el
Chapo) es una persona que no anda buscando problemas en ningún
aspecto...” Joaquín Archivaldo Guzmán Loera entrevistado por
Sean Penn para Rolling Stone.
La
recaptura del Sr. Guzmán Loera ha suscitado, como era de esperarse,
las mas variadas opiniones y comentarios. Su figura ha alcanzado
dimensiones hiperbólicas. Hay quien lo eleva a la altura de la
leyenda y hay quien lo pone con cuernos, pezuñas y cola puntiaguda.
Es indudable que en su tierra tiene una base social a la que ha
contribuido además de su “generosidad” (de alguna manera hay que
llamarle) repartiendo bienes y dineros, las versiones de su persona y
sus “hazañas” (las dos fugas sin duda lo son), cantadas en los
“narcocorridos”, cuya fealdad y popularidad corren parejos, y su
imagen de un “Pancho López”, que se hace desde la miseria de un
rancho perdido en la serranía agreste, hasta convertirse en el
mercader mas importante en el mundo de la mercancía mas demandada y
mas combatida. Ocupante de un lugar en la lista de millonarios de
Forbes y nuestra última esperanza para ocupar el lugar que el Sr.
Slim ya perdió, esperanza que con su recaptura se desvanece. Hombre
de valores, según se autopromueve, creyente guadalupano, hijo
providente y amoroso, padre consentidor y macho, muy macho. Producto
de su medio y de la pobreza que rodeaba su infancia. Triunfador en la
única actividad productiva en su medio: el cultivo de la amapola y
la mariguana. Todos los ingredientes para ocupar un lugar legendario.
Un antihéroe en un país tan escaso de héroes contemporáneos. Con
azoro he escuchado y leído comentarios diversos desde el
escepticismo total con ligeras variantes, los que afirman que el
capturado es un doble, triple o cuádruple del auténtico, hasta los
que afirman que la captura fue un ardid convenido para poner una
cortina de humo a los verdaderos problemas del país, que van desde
la debacle de la selección nacional (mucho mas grave que la del
precio del petróleo) hasta el sobrepeso del presidente del Banco de
México, que parece que en estos tiempos de devaluaciones es lo único
que sigue al alza.
Hago
un recuento apresurado de algunas de las opiniones mas relevantes.
Hay
quienes afirman que el sentido patriótico de los mexicanos se verá
robustecido con la recaptura. Esto se puso de manifiesto en la
reunión política en la que el Sr. Secretario de Gobernación
visiblemente emocionado comunicó a la concurrencia la recaptura. El
patriotismo inflamó lo pechos y las gargantas y espontáneamente,
casi al unísono, prorrumpieron en la entonación del Himno Nacional.
Los mexicanos no somos, como por ejemplo nuestros vecinos promotores
de la extradición, partidarios de cantar a la menor provocación el
himno nacional, lo hacen en peleas de box, en partidos de beisbol y
probablemente también en ceremonías cívicas, ni somos partidarios
de usar la bandera nacional como calzones, camisetas o calcetines.
Por eso llama la atención que las personas reunidas en la susodicha
reunión hayan experimentado como un triunfo de la Patria y no sólo
del Gobierno la recaptura, aunque no falta quien pueda considerar una
desmesura, porque queriendo poner en sus justas dimensiones el hecho,
solo se trataba de un delincuente prófugo.
Escuche
también declaraciones de personajes de la iniciativa privada, que
sin embargo suelen tener mucha iniciativa pública, declarando y
redeclarando sobre todos los temas, cosa que es atávica de los
mexicanos y de lo cual, esta columneja y este escribidor son muestra
palpable. Pues bien los “iniciativos” consideran que la recaptura
reactivará la economía, refortalecerá la confianza, recuperará el
rumbo del crecimiento del país y solo no se pronuncian en el sentido
de que se revaluará el peso, porque eso está mas allá de las
postestades terrenales, así sean de Badiguarato o del Tepeyac. Uno
cualquiera, considera que esas declaraciones pueden ser mas
expresiones de beneplácito por una acción policíaca estimable y de
buenos deseos por encontrar motivos para el optimismo, que opiniones
fundamentadas en datos económicos reales, pero, ya se sabe, los que
saben son ellos. Los indicadores económicos son algo tan complejo
que sólo los economistas, y a veces ni ellos, logran interpretar o
ponerse de acuerdo, por eso, no debería dudarse de que un evento de
la magnitud de regresar al Sr. Guzmán a su anterior domicilio en el
altiplano, pueda tener consecuencias beneficiosas para la Economía.
En
el plano internacional, se dice, México recuperará confianza y
credibilidad en el concierto de las naciones. Así se ha visto por
las múltiples expresiones de felicitación que gobiernos extranjeros
han hecho llegar al gobierno mexicano. Asi se expresó también en la
reunión que tuvieron recientemente nuestros representantes
diplomáticos en el extranjero que fueron debidamente instruídos,
previamente, de que la fuga del Sr. Guzmán no era la derrota del
sistema policíaco, judicial y penitenciario de nuestro país, y,
posteriormente de que la recaptura si es un triunfo del sistema
policíaco, judicial y penitenciario de nuestro México. Seguramente
en el extranjero se pudo poner en duda, indebidamente desde luego, la
fuga desde un penal de alta seguridad, pero eso sólo significa que
en muchos países ponen en duda de lo que podemos ser capaces los
mexicanos. De alguna forma, la fuga y la recaptura muestran a los
extranjeros lo habilidosos que podemos ser, los amarres y cochupos
que somos capaces de efectuar, y, desde luego las reacciones que
somos capaces de perpetrar para enmendar los entuertos y mostrar al
concierto internacional que las armas nacionales se vuelven a cubrir
de gloria con la recaptura.
No
faltan desde luego opiniones catastrofistas, los que creen que la
recaptura ocasionará una reacción entre los diferentes grupos de la
delincuencia organizada, una lucha por ocupar la preeminencia que
tuvo o tiene el Sr. Guzmán. Los que piensan también que se
desarticula un cartel y que esto propiciará un avance en el combate
contra el narcotráfico, que dificilmente podrá aparecer un líder
delincuencial con sus habilidades, su inteligencia y su autoridad.
Quizás valdría repasar la entrevista que le realizó Rolling
Stones. Dijo el Sr. Guzmán en resumidas palabras el narcotráfico no
se inició conmigo ni acabará conmigo. Espero una muerte tranquila.
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