UAA: LLAMADO URGENTE, ANÓNIMO QUE ENCONTRÓ FIRMA
N.B.
Entre los universitarios y personas interesadas en la UAA, se hizo
circular el siguiente texto sin firma, con la nota de que el
anonimato se asume como un recurso válido para evitar represalias.
Por mi parte considero que su contenido merece tomarse en cuenta en
el proceso de renovación de rectoría. Lo suscribo.
Este
viernes 31 de octubre, el Consejo Universitario votó en contra de
los principios constitucionales y de los Derechos Humanos, bajo el
argumento de no privilegiar a dos aspirantes cuya participación fue
cuestionada por una cláusula inconstitucional. Dicha cláusula
establece un límite de 65 años para ser elegible en el proceso de
designación de Rector y decanos.
Aceptar sus registros
para posteriormente someterlos a votación y así evadir la
responsabilidad de un pronunciamiento claro, constituye una
estrategia que menoscaba la inteligencia y la integridad de nuestra
comunidad universitaria. No podemos afirmar que “Somos los que
votamos sin imposiciones” cuando estas se manifiestan como formas
sutiles, enmascaradas, pero contundentes, de violencia
institucional.
Resulta incongruente que esta
administración modifique la Ley Orgánica según sus intereses
coyunturales. Basta recordar que la última reforma se realizó
apenas hace unas semanas, al igual que otras promovidas por el propio
Congreso sin que entonces se invocara la tan defendida “autonomía
universitaria”. Este principio,
que en otros momentos ha
servido de estandarte para campañas políticas o intentos de
reelección —como el caso de Avelar González hace apenas seis
años—, no puede ni debe ser utilizado de forma selectiva. Si
verdaderamente existiera la voluntad de garantizar un proceso
electoral transparente y justo, el Consejo Universitario habría
eliminado esa disposición que contraviene abiertamente el principio
de no discriminación establecido en la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, cuya jerarquía se sitúa por encima de
cualquier ley orgánica universitaria.
La propia Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha establecido que la autonomía
universitaria no puede ser invocada como justificación para vulnerar
derechos humanos. Por ello, la invalidación de los registros no sólo
representa un acto de autoridad arbitrario, sino también un ejemplo
de cómo persisten las violencias institucionales en nuestra casa de
estudios.
¿Qué motiva este actuar?
En el proceso
electoral de 2022, el Dr. Quintanar Stephano obtuvo el segundo lugar
en votaciones, sólo un poco por debajo de la candidata del
oficialismo y cuya designación tuvo que ser justificada por la Junta
de Gobierno en rueda de prensa. Ese resultado no fue fortuito: además
de la intachable trayectoria del Doctor, reflejó la voz de una
comunidad que anhela una institución libre de coacciones,
favoritismos y prácticas que contradicen los valores que decimos
defender. Cada voto obtenido por él, fue una manifestación de
voluntad honesta y libre.
A tres años de administración
de Pinzón Castro, la realidad persiste e incluso algunos aspectos se
han recrudecido:
Adelantamiento de pase a numerarios para fines
de simpatías electorales
Otorgamiento de plazas sin el perfil
adecuado
Cargas académicas a modo
Recrudecimiento del
nepotismo y amiguismo
La frivolidad de la compra de una
camioneta nueva con valor de más de $800 mil pesos para el traslado
de Pinzón Castro, así como el pago de horas extra en nómina para
una trabajadora universitaria que la maquilla y peina.
Afectaciones
crueles en sus puestos e ingresos a trabajadoras administrativas al
regresar de su incapacidad por maternidad.
Un Campus Sur y Posta
en el abandono
Uso de recursos institucionales para promoción
de imagen personal
Pago de prensa para notas a modo
Puestos
de nueva creación sin criterios objetivos
Borrado sistemático
de logros de integrantes de la comunidad.
Permisos ilegales para
amigos de autoridades
Falta de rumbo con propósitos académicos,
pero sí de reflectores
Disminución de la calidad
académica
Menosprecio de las actividades de
investigación
Trámites administrativos que saturan las
actividades de docentes
Una Defensoría de los Derechos
Universitarios parca y rebasada
Sometimiento a caprichos de
Gobierno del Estado
¿Es esta la Universidad que queremos
seguir siendo?
Aún cargamos con las secuelas de la llamada
Estafa Ponzi, cuyos responsables no han rendido cuentas ante la
comunidad universitaria. ¿Cómo aspirar a la verdad y a la justicia
si la persona responsable de las reinversiones por 220 millones de
pesos y de la inversión inicial de 110 millones continúa al frente
de la institución y se justifica culpando a su predecesor?
Esos
330 millones de pesos no sólo representan una pérdida económica,
sino una herida profunda a la credibilidad y la confianza que
sostenían nuestra identidad universitaria. Ni Avelar González ni
Pinzón Castro pueden eludir su responsabilidad moral, institucional
y legal, pues autorizaron inversiones de alto riesgo que derivaron en
este desfalco. Todo cargo conlleva una responsabilidad, y la
responsabilidad exige rendición de cuentas.
En su
campaña, la Dra. Pinzón expuso sus credenciales como Doctora en
Administración con una amplia trayectoria en el sector privado, ¿qué
habría ocurrido en este ámbito ante un desfalco de tal magnitud? La
destitución de Pinzón Castro no fue posible por muy poco, pero aún
estamos a tiempo de impedir su reelección y evitar tres años más
de impunidad.
Sabemos que los decanos y jefes de
departamento ejercerán presión en los próximos días para orientar
el voto a favor del oficialismo, como ya ocurrió en los procesos
previos de elección del Consejo Universitario. Es importante que
sepan: estaremos vigilantes para reunir evidencias de su función
pública, porque es nuestro derecho.
Nos quedan dos opciones
para encaminarnos hacia un proceso de investigación sobre la Estafa
Ponzi y sobre todo, de virar rumbo a un mejor futuro.
Este es un
llamado a la conciencia, a la congruencia y al deber que compartimos
como miembros de la Universidad Autónoma de Aguascalientes de cara a
un proceso tan importante como la designación de titulares de
Rectoría y Decanatos: ser una comunidad dedicada a la formación de
personas íntegras, no un campo de
batalla por el poder. La
historia de nuestra institución nos recuerda que sólo en la unidad
por convicción y no por sumisión, la transparencia y el compromiso
ético podremos sostener el verdadero sentido de la autonomía
universitaria: servir con dignidad, pensar con libertad y actuar con
justicia.
Integrantes del Consejo Universitario, estaremos
atentos de sus votos, de su voz y su silencio.
Nota: Este
correo enviado desde el anonimato no es una manifestación de
cobardía ni intento de golpeteo, es un recurso válido ante los
mecanismos de asedio y represalias patentes que ejecuta la Secretaría
General ante actos de libre expresión.

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