¿QUÉ SE CELEBRA EN NAVIDAD?
(La
perra brava.- Alfonso Durazo, el flamante (es un decir)
Secretario de Seguridad Pública del país, rápido exhibió lo
durazo. A las primeras de cambio pretendió chantajear al Congreso.
Si no nos aprueban la creación de la Guardia Nacional el Gobierno
regresará de inmediato a los militares a sus cuarteles. Este
Presidente López a lo que muestra, en un chico rato querrá ser
llamado Alteza Serenísima.)
Mi
amigo Alz cada vez se aparece con mas frecuencia. Antes se me
aparecía cuando tenía que acordarme de la capital de Azerbayán,
o
recordar el nombre actual de Ceilán, el nombre secular del Papa
Paulo VI recién
canonizado o
el nombre de la abuela paterna de mi mamá, lo que bien a bien me
tenía sin cuidado, pero de un tiempo a esta parte las visitas de mi
amigo Alz son muy seguido, hoy por ejemplo fui incapaz de acordarme
del nombre de Miguel Cabrera, aunque tenía claros a Villalpando,
Correa, Alcíbar, Andrés López y sus hijos, me acordaba de sus
cuadros y donde encontrarlos, incluso el detalle anecdótico que le
atribuye ser el autor de la actual imagen de la Virgen de Guadalupe
sustituída por la original cuando fuera re-coronada en el
porfiriato. La original o la anterior, no se sabe, se encontraba ya
muy maltratada y se dice se tomó la decisión de reponerla por una
de las varias reproducciones que pintó Cabrera que se encontraba
en un convento de Tlaxcala.
Hoy
saliendo de casa de ustedes, no muy temprano hay que decirlo porque
no obstante la elástica y el copino, el cierzo invernal se cierne
sobre los especímenes de la tercera edad que nos animamos a salir a
la calle.
Recorrí
la calle Nieto en donde sin anuncio previo ni señal alguna las
segunda y tercera cuadras se encuentran bloqueadas con botaderos en
donde se expende desde fruta fresca a otra no tan fresca y desde
muñecos de peluche hasta zapatos forrados de peluche, libros y
esquite, dulces y refrescos. Me quedé pensando que se celebraba y
salvo la existencia de papel de envoltorio, listones de colores y
cajas de regalo, ningún otro dato me daba luz sobre la celebración
motivo del bloqueo y el consecuente embotellamiento. Me quede con la
duda y por no exhibirme con la gente de los puestos preferí no
preguntar y hacerlo al llegar a casa, pero se me olvidó.
Por
la tarde acepté que mi nietecita me sacara a pasear, lo que a ella
le divierte mucho y a mi me cansa tanto, pero también lo agradezco
porque corre uno el riesgo de tullirse sino lo despercuden
de vez en cuando. Al llegar a la Plaza de Armas, creo que le
cambiaron de nombre pero no me acuerdo del nuevo, me econtré con una
iluminación muy bonita, seguramente cara, blanca mayormente con
algunos cordones de luces amarillas en agradables contrastes y líneas
por las que parecían descender copos de nieve. Una pista de hielo
para patinaje, un árbolote formado de esferas de varilla de luces
blancas y una especie de túnel llamado Coca-Cola, en que al parecer
se trata de pasar en tanto el techo formado por multitud de luces
blancas prende y apaga en diferentes combinaciones. Mi
amigo Alz me preguntaba insistente que se celebraba y yo no atinaba a
reconocer los motivos iluminados en la plaza.
Lo
que si reconocí fuera de toda duda fue la Santa Iglesia Catedral
Basílica, para muestra alli tienen que
me acorde del
nombre completo, pero lo que si me provocó serias dudas fue la
iluminación colorida que se proyectaba sobre la mole del templo con
figuras cambiantes. Mi desconcierto fue total cuando sobre la fachada
utilizando los santos como pantalla apareció un letretro grandotote
“Mobiloil”, ya no supe si era la nueva palabra del Señor, la
nueva marca del aceite crismal, o de plano que la jerarquía se
dedica
a distribuir productos de la empresa gringa. Pero ¿qué se celebra?
Me pregunté mientras mi amigo Alf se desternillaba de la risa.
Súbitamente
llegaron en mi auxilio para regocijo de mi nieta y alivio mío tres
botargas, tres pijamas rojas con un bonete también rojo orlado de
blanco y un pompón blanco por remate. El mas alto relativamente
rosado y mofletudo, los otros dos se veían como velas de primera
comunión, delgados y amarillos pero con su adorno alrededor. ¡Santa
Clos! me dije y voltée a mirar despectivamente a mi amigo Alz, ¡y
por partida triple!. ¡Claro! Celebramos la Navidad, por supuesto
todo hacía sentido, los botaderos de la Nieto, los adornos de la
plaza, los focos de colores, pero ¿Dónde quedó la Navidad?.
La
navidad de San Francisco de Asís, que me parece recordar fue quien
inició la piadosa práctica de la representación del natalicio de
Jesús: “los nacimientos”, ¿dónde quedó?. ¿Qué tienen que
ver estas sucias botargas con pijamas rojos, con los beduinos o
bereberes o samaritanos o galileos o sirios o nazarenos? ¿Y qué
estos escuálidos renos de alambrón con las calientitas ovejas que
con sus vellones ayudaron a calentar al Dios Niño? ¿Y la mula? ¿el
buey?. Nada que ver el manso buey y la dócil mula del pesebre, con
los que ahora en aras de una pingüe ganancia distorsionan la
tradición para convertirla en pretexto para la “fiesta” no para
la “alegría”, para la “pachanga” no para la “caridad”.
No es casual desplazar los simbolos religiosos tan enraízados en una
tradición nacional, porque el debilitamiento de la nacionalidad nos
vuelve presas de la división y el desencuentro.
Quizás
no sea mala idea hacer un ejercicio y recordar los valores de nuestra
Navidad, la de nuestro corazón, e invitarlos a estar presentes esta
Nochebuena
en
el calor del hogar. ¡Feliz Navidad!
(Item
misa est.- José
Ramón Cossío Díaz, culminó un trabajo destacado como ministro de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en un momento proceloso
en que se ha desatado la jauría para mancillar el nombre y la labor
de los ministros que reciben un pago alto, pero lo reciben
transparentemente, mientras que muchos de los que ladran son azuzados
para elllo. Cossío formado en la cátedra y forjado en la Corte, fue
juntamente con el ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Alberto
Pérez Dayán, una terna que llevó la academia profundidad,
conocimiento y equilibrio al trabajo jurisdiccional.)
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