CONSTITUCIÓN MORAL ¿OCURRENCIA O SAPIENCIA?

La moral es un árbol que da moras” atribuido a Gonzalo N. Santos “El alazán tostado”.

Dudo que AMLO lo supiese, pero dudo también que los que lo han criticado, incluso burlándose con sorna, lo supiesen. Quizás el primero le atinó como el burro que tocó la flauta o se lo aconsejaron, pero los segundos se quedaron tocando la flauta del burro, o como decían los abuelos: “como tonto en vísperas”. Hubo en este país cuando los Secretarios de Educación tenían además de una carrera política una muy sólida formación como académicos y en no pocas ocasiones formación artística (“sinagra” al actual que tiene una carrera sólida y conocimiento y reconocimiento). Uno de aquellos grandes fue sin duda y quizás mas de uno lo recuerde, Don Jaime Torres Bodet, autor y promotor del Plan de Once Años y de muchas acciones relevantes que llevaron a un avance significativo de la enseñanza y aprendizaje, lo que de verás es sembrar para el futuro.
Don Jaime Torres Bodet, Secretario de Educación Pública en dos ocasiones, por cierto autodidacta, encargó a uno de los mas notables pensadores de México y desde luego magnífico escritor, dotado de una prosa inmejorable, reconocido por Jorge Luis Borges como uno de los grandes prosistas en español, ni mas ni menos que Alfonso Reyes, la elaboración de un texto que compendiase los valores éticos que se consideraran indispensables para la formación de los mexicanos, dotándolos de una firme estructura axiológica para que guiara su conducta personal y cívica. El texto que Alfonso Reyes creó y que se distribuyó masivamente, ahora injustamente olvidado como su autor, se tituló “Cartilla Moral” y esa cartilla bien podría haber pasado por constitución. Un mínimo de valores deseables para la convivencia, para la paz, para la democracia, para la felicidad.
A riesgo de ser injusto y torpe, ofrezco un resumen con la invitación a que lean la obra completa que es breve, y ahora muy fácil obtenerla en la red.
PREFACIO
La Car
tilla Moral se hizo para enseñarse durante la campaña de alfabetización. El eje es la moral, pero se tratan nociones de sociología, antropología, política o educación cívica, higiene y urbanidad. Esta dividida en lecciones.

1.- EL HOMBRE debe educarse para el bien. El bien no sólo se funda en una recompensa que el religioso espera recibir en el cielo. Se funda también en razones que pertenecen a este mundo. El bien no debe confundirse con nuestro interés particular en este o en otro momento de nuestra vida.

2.- EL HOMBRE tiene algo de común con los animales y algo de exclusivamente humano. Advertimos, pues, que hay siempre algo de equilibrio y de proporción. Ni hay que dejar que nos domine la parte animal en nosotros, ni tampoco debemos destrozar esta base material del ser humano, porque todo el edificio se vendría abajo.

3.- La EDUCACIÓN MORAL consiste en saber qué es lo principal, en lo que se debe exigir el extremo rigor; qué es lo secundario, en lo que se puede ser tolerante; y qué es lo inútil, en lo que se puede ser indiferente. Poseer este saber es haber adquirido el sentimiento de las categorías.

4.- La APRECIACIÓN DEL BIEN supone el acatamiento de una serie de respetos. En este reconocimiento se fundan la subsistencia de la especie, la perduración de la sociedad, la existencia de los pueblos y de los hombres. Sin este sentimiento de nuestros deberes, nos destruiríamos unos a otros, o sólo viviríamos como los animales gregarios.

5.- Lo primero es el RESPETO que cada ser humano se debe A SI MISMO, en cuanto es cuerpo y en cuanto es alma. Todos los hombres son igualmente dignos, en cuanto a su condición de hombres, así como todos deben ser iguales ante la ley.

6.- RESPETO A LA FAMILIA. Si los padres, que son nuestros primeros y nuestros constantes maestros, se portan indignamente a nuestros ojos, faltan a su deber; pues nos dan malos ejemplos. El padre no cumple su fin educador cuando no se completa con el respeto del padre al hijo.

7.- En torno al círculo del respeto familiar se extiende el círculo del RESPETO A MI SOCIEDAD. La buena disposición para con el prójimo es un sentimiento relacionado con los anteriores. Cuando una mano se alarga para pedirme algo, pienso que esa mano puede ser, mañana, la que me ofrezca un vaso de agua en mitad del desierto.

8.- El segundo grado del respeto social se refiere ya a la sociedad organizada en gobierno con sus leyes propias. Este grado es el RESPETO A LA LEY. Cuando el gobierno comienza a contravenir las leyes, o a desoír los anhelos de reforma que el pueblo expresa, sobrevienen las revoluciones.

9.- La PAZ es el sumo ideal moral. Pero la paz, como la democracia, sólo puede dar todos sus frutos donde todos la respetan y aman. Cuando, en el seno de un país libre, los enemigos de la libertad atacan esta libertad valiéndose de las mismas leyes que les permiten expresar sus ideas aviesas, el espíritu de la libertad exige que se les castigue.

10.- Las BUENAS OBRAS del hombre deben ser objeto de respeto para todos los hombres. Romper un vidrio por el gusto de hacerlo, destrozar un jardín, pintarrajear las paredes, quitarle un tornillo a una máquina, todos éstos son actos verdaderamente inmorales.

11.- El RESPETO A LA NATURALEZA. El espíritu de maldad asoma cuando, por gusto, enturbiamos un depósito de agua; o cuando arrancamos ramas de los árboles por sólo ejercitar las fuerzas; o cuando matamos animales sin necesidad y fuera de los casos en que nos sirven de alimento; o cuando torturamos por crueldad a los animales domésticos. El amor a la morada humana es una garantía moral.

12.- El RESPETO A LA VERDAD es, al mismo tiempo, la más alta cualidad moral y la más alta cualidad intelectual. Sin una dosis de respeto para lo que escapa a la voluntad humana, nuestra vida sería imposible. Nos destruiríamos en rebeldías estériles, en cóleras sin objeto.

13.- RESUMEN 1: El bien nos obliga a obrar con rectitud, a decir la verdad, a conducirnos con buena intención. Pero también nos obliga a ser aseados y decorosos, corteses y benévolos, laboriosos y cumplidos en el trabajo, respetuosos con el prójimo, solícitos en la ayuda que podemos dar. El bien nos obliga asimismo a ser discretos, cultos y educados.

14.- RESUMEN 2: La moral humana es el código del bien. La moral nos obliga a una serie de respetos. Primero, el respeto a nuestra persona, en cuerpo y alma. Segundo, el respeto a la familia. Este respeto va del hijo al padre, pero también el padre debe respetar al hijo, dándole sólo ejemplos dignos. Tercero, el respeto a la sociedad humana en general, y a la sociedad particular en que nos toca vivir. Cuarto, el respeto a la patria. Quinto, el respeto a la especie humana. Cada persona es como nosotros. No hagamos a los demás lo que no queremos que nos hagan. Sexto, el respeto a la naturaleza que nos rodea.

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