En este artículo no se habla del Chapo...
Tanto
va el cántaro al agua, hasta que se rompe.
Si
la piedra da en el cántaro, malo p'al cántaro, si el cántaro da en
la piedra, malo p'al c'antaro.
(refranes
populares)
El
anuncio que realizó el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, quien sabe
por qué, me recordó a aquel magnífico artista Jose
Carlos Alejandro Sánchez Monroy. Por supuesto que no tiene parecido
físico ni mucho menos, el artista, más conocido como Don Carlos,
era mas bien de tipo picnico, afable, con cara de luna llena, con
cierta tendencia a la obesidad, en tanto que el gobernador Cué se
encuadra en el biotipo leptosómico según la biotipología de
Kretschmer,
pero, ¡que digo!, en realidad no es a la persona que me le recuerda
sino a su trabajo, en el que además dicho sea de paso era
extraordinario. Don Carlos era ventrílocuo y se acompañaba de
varios muñecos entre los mas conocidos seguramente estaban Neto y
Titino, aunque tenía otros, incluso un perico majadero que pocas
veces sacaba del cajón donde lo guardaba. El perspicaz lector se
habrá percatado de los “gatos” de este escribidor que pretende
encontrar parangón entre el gobernador Cué y quién lo hizo hablar,
y Neto o Titino y quien los hacía hablar.
Con
todo y declaración de sus colegas, felicitaciones al canto y
parabienes del coro oficial y las lamentaciones de las plañideras de
algunos izquierdosos que se quedarán fuera del presupuesto, Gabino
Cué oficialmente se colocará la medallita para los agradados por la
medida y extraoficialmente será el pararrayos de las protestas y
denostaciones de los afectados, que se rasgarán las vestiduras,
enarbolarán la bandera de la libertad pisoteada, y lamentarán el
ataque frontal al sindicalismo independiente y a la oposición
inteligente pero, digo yo, no siempre inteligible. Unos y otros son
plenamente previsibles, unos y otros serán los netos y titinos de
diferentes Don Carlos que les harán repetir los mismos sketchs,
sabidos y consabidos. El desenlace también es previsible.
La
decisión presidencial que anunció el gobernador Cué y que
instrumentó el gabinete presidencial, si no esperada, me atrevo a
señalar que era deseada por un gran número de mexicanos que veíamos
con desesperación e impotencia como los educandos oaxaqueños
perdían un día tras otro, en tanto quienes tenían la
responsabilidad de su formación protestaban, (legítimo derecho),
pero arrastraban en sus protestas el analfabetismo. Daba lástima,
cuando no coraje, escuchar las proclamas plagadas de faltas de
sintaxis y de prosodia, y leer las pancartas y desplegados igualmente
ahitos de faltas de ortografía y por supuesto de sintaxis. Claro que
los funcionarios no cantan mal las rancheras, el Presidente de la
República mencionó “mandata la constitución”, utilizando una
expresión de moda entre los políticos que es, como decía la
preceptiva, un idiotismo. El verbo mandatar no existe. Mandato es el
efecto de mandar. Bueno, para que los niños oaxaqueños aprendan
todo lo que todo mexicano debe aprender, era necesario que se
recuperara un mínimo de órden y se garantizara que, al margen de
las aspiraciones de los miembros de la CNTE, que repito pueden ser
totalmente legítimas, los menores tengan el acceso a la educación
que es su derecho fundamental.
Leo
una declaración del Gobierno Federal: se respetarán todos los
derechos de maestros de CNTE. Me parece razonable. Todos los derechos
a que tengan derecho. Pero conviene preguntarse ¿A qué tienen
derecho?. ¿A qué tiene derecho quien abandona su trabajo? ¿A qué
tiene derecho quien se niega a someterse a la verificación de sus
aptitudes para desempeñar el trabajo contratado? ¿A qué tiene
derecho quien rechaza la constatación de que se ha seguido
actualizando?. Por supuesto no me refiero a muchas otras imputaciones
que con razón o sin ella se han achacado a los “maestros” que
durante los últimos doce meses han dedicado a la protesta, a la
manifestación, al enfrentamiento, mas, mucho mas tiempo que el que
deberían haber dedicado a su tarea fundamental. Recuerdo, y quizás
sea un mal ejemplo, que, cuando el Ejército tomo la Ciudad
Universitaria en el tristemente recordado 1968, se habilitaron sedes
alternas, se ocuparon escuelas particulares, se aprovecharon parques
y jardínes, se utilizaron bibliotecas, etc., para continuar en lo
posible con el trabajo académico, mostrando, de paso, que la
enseñanza, que el aprendizaje, que la academia, no está reñida con
la lucha por los derechos.
Recuerdo
haber escuchado que en el Japón las protestas de los trabajadores se
realizan poniéndose una banda de color en el brazo, y cumpliendo
estrictamente con su obligación laboral. Entienden que el dejar de
producir no significa solamente un golpe para el patrón, sino para
el país que se ve afectado en su productividad, porque las cadenas
de comercialización se alteran y la falla de un engrane ocasiona el
trastorno del sistema. Esto que es válido para la industria
seguramente también lo es y con mayor razón para la educación.
Nadie
tiene derecho a ningún título a privar a la niñez de su educación.
Los daños que a la fecha se han causado en Oaxaca, en Guerrero, en
Chiapas, por citar algunos, difícilmente tendrán recuperación. Sin
embargo la decisión presidencial marca sin duda un parteaguas.
El
mensaje había sido enviado a las pocas semanas de haber tomado
posesión. La aparente inamovible e indestructible “maestra”,
sucumbió presa de sus propias redes de corrupción, complicidades,
impunidad y, finalmente, ineficiencia. El SNTE lo había mostrado el
entonces presidente Carlos Salinas también era vulnerable. En un
sistema, para bien o para mal, presidencialista, el poder en última
instancia radica en el presidente y de él depende ejercitarlo. Pero
el pode que no se ejerce termina por desgastarse. Es lamentable que
todavía no hayamos podido transitar como país hacia estadios en que
tanto el poder presidencial, como el sindical, el de los medios de
comunicación, el de los monopolios, el de las transnacionales, se
vean acotados por la ley. Es lamentable que medrando al margen de la
ley proliferen agrupaciones que sangra en la impunidad casi total al
erario. Es lamentable que la impunidad y la corrupción sean casi
como lo era el mariachi las notas distintivas del país en las listas
internacionales.
Ojalá
que en alguno de esos niños oaxaqueños que ahora podrán tener
regularmnete sus estudios, surja un nuevo Juárez, un nuevo Díaz, un
nuevo Vasconcelos. ¿Por qué no?
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